A veces por capricho, otras por necesidad, pero desechamos a diario toneladas de productos electrónicos con materiales altamente contaminantes (mercurio, plomo, cadmio, plomo, cromo, arsénico o antimonio).
Del mismo modo encontramos una gran variedad de materiales y plásticos valiosos. Muchos de ellos son recuperables, aunque existen límites establecidos por el mercado.
Los desechos electrónicos también contienen metales preciosos (oro, plata, cobre, platino) pero también hierro, aluminio y plásticos, que pueden reciclarse.
Se calcula que de los desechos electrónicos pueden obtenerse hasta 55.000 millones de euros al año en materiales.
Si acaban en el lugar adecuado, en lugar de ser perjudiciales, podrían ser una fuente inestimable de riqueza.
Por ello os animo a que la próxima vez que cambiéis de teléfono, ordenador o tele, es importante llevarlo a un punto adecuado de recogida.
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